La probabilidad entra en nuestras vidas de muchas maneras diferentes. Quizá el primer encuentro sea a través de los juegos de azar: dados, naipes, ruleta... Pronto nos damos cuenta de que los nacimientos, las defunciones, los accidentes, las transacciones económicas y los vínculos personales admiten un tratamiento estadístico.
En nuestro mundo complejo, lleno de coincidencias aparentemente sin sentido, lo que hace falta muchas veces, no son más hechos verídicos, sino un dominio mejor de los hechos conocidos. Para ello las probabilidades son de un valor incalculable. Los test estadísticos y los intervalos de confianza, la diferencia entre causa y correlación, la probabilidad condicional, la independencia y la regla del producto, el arte de hacer estimaciones y el diseño de experimentos, los conceptos de valor esperado y de distribución de probabilidad, así como ejemplos y contraejemplos de todo lo anterior deberían ser más conocidos y divulgados.
La probabilidad, como la lógica, ya no es algo exclusivo de los matemáticos. Impregna nuestra vida.
PARA PENSAR:
¿Cuál es la probabilidad de ganar la lotería?
¿Y el Quini 6?
¿Y en la ruleta?
viernes, 12 de noviembre de 2010
viernes, 5 de noviembre de 2010
Suscribirse a:
Entradas (Atom)